La luz verde de la Autoridad Nacional de
Licencias Ambientales (Anla) al proyecto Gramalote es un paso definitivo para
que el municipio de San Roque, en el Nordeste antioqueño, sea desde 2021
epicentro de la mayor producción de oro del país y acoja el proyecto de minería
a gran escala más grande construido en Colombia en los últimos 30 años.
La licencia ambiental, de 246 páginas, fue
otorgada a la sociedad compuesta por las multinacionales AngloGold Ashanti y
B2Gold, especializadas en minería de oro y con robustas operaciones en otros
países.
Desde 2006 identificaron el proyecto, que
será a cielo abierto en un título minero de 10 mil hectáreas, de las que se
intervienen 1.300 hectáreas (vías, campamento, oficinas) y estiman que el tajo
de explotación sea de 190 hectáreas cuando alcance su mayor tamaño.
En el cronograma de Felipe Márquez Robledo,
vicepresidente de Asuntos Corporativos de AngloGold Colombia, en unos 5 años se
espera sacar la primera de unas 400 mil onzas anuales de oro, es decir, 3,3
veces más que el mayor productor legal actual (la antioqueña Mineros S.A.).
A ese ritmo, Gramalote tiene una vida útil
inicial de 11 años de operación, con un potencial identificado hasta ahora de
entre 5 y 7 millones de onzas, solo para exportación.
Con una onza de oro a 1.300 dólares, la
mina generaría unos 20 millones de dólares en regalías anuales, parte de los
180 millones que pagaría en todo tipo de impuestos.
Pero ya se han invertido unos 250 millones
de dólares, en exploración, estudios técnicos y ambientales que concluyeron con
la aprobación de la Anla y un permiso operativo de la Secretaría de Minas de
Antioquia, explicó Márquez a EL COLOMBIANO.
Con la meta de empezar la construcción en
tres años, ahora se procederá a acoplar el terreno requerido, lo que implica
tres cosas. De una parte, un programa de coexistencia con mineros artesanales,
que sean reconocidos como tales por la Gobernación y el Ministerio de Minas, de
los cuales AngloGold ha identificado unos 200 en la zona.
Frente a otros proyectos, además de
subcontratos de formalización, se creará una empresa con mineros artesanales a
la que se donará una mina y una planta de aprovechamiento que tendrá una
inversión de 21 mil millones de pesos.
Luego viene el reasentamiento de unas 350
familias que cultivan y tienen trapiches en el territorio, así como la
construcción de viviendas para aquellas ya identificadas en la zona operativa
que ocupará la mina.
“No empezaremos a construir hasta que haya
terminado a satisfacción este proceso tanto para la comunidad, como la Anla y
para nosotros, aclaró Márquez, quien destaca la aceptación de los habitantes de
San Roque, como se evidenció en la audiencia pública del 25 de septiembre
pasado.
Mientras eso ocurre en campo, en el
escritorio se concluye la ingeniería del proyecto y el estudio de viabilidad
financiera. Dependiendo del valor del oro para finales de 2018 o inicios de
2019, se podrá comenzar la construcción de la mina, lo que demandará
inversiones iniciales de unos 3,5 billones de pesos, a precios de hoy, durante
dos años.
“Estamos corriendo escenarios financieros
con un oro a 1.100 y 1.300 dólares. Esperamos que en tres años se haya
recuperado el precio, en caso contrario, tocará adecuar el proyecto a la
rentabilidad requerida por nuestros accionistas”, explicó el ejecutivo de
AngloGold.
Fuente: http://www.elcolombiano.com
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